Mi nombre es Lina, tengo 31 años, soy kinesióloga de profesión y emprendedora de corazón.

Bahiti nació como una idea pequeña en medio de un momento de cambio, y terminó convirtiéndose en uno de los desafíos más intensos de mi vida. Emprender no ha sido fácil: enfrenté robos, cambios de local, estafas… pero también descubrí lo que soy capaz de construir desde cero.

Cada paso ha sido una mezcla de intuición, pasión y aprendizaje constante.

Bahiti no solo es una tienda, es el reflejo de mi crecimiento, de mi resiliencia y de todo lo que he puesto con amor.

Hoy, sigo soñando en grande, con la convicción de que los comienzos imperfectos también llevan a lugares increíbles.

Gracias por ser parte de esta historia. ✨